Su descubrimiento data de 1991, cuando con motivo de la construcción de una presa hidroeléctrica se prospectó la zona arqueológicamente. El Parque Arqueológico del río Côa consta de una sede central, en la localidad de Vila Nova de Foz, y de dos centros de recepción de visitantes, desde donde se realizan las visitas guiadas a los tres núcleos rupestres más significativos. En Vila Nova de Foz, se visita la Canada do Inferno y Fariseu; en localidad de Muxagata, se ubica a Ribeira de Piscos; y Castelo Melhor, el destino es Penascosa.

Al igual que el resto de los lugares visitables del Parque, este recorrido se realiza acompañado de un guía. La ruta comienza unos metros río abajo del Canadá do Inferno. Desde aquí, los visitantes se dirigen en kayak al yacimiento de Fariseu. Hasta llegar allí, tendrá la oportunidad de ver algunas de las rocas grabadas de Canada do Inferno y Vale de Figueira que sólo pueden verse desde el río. Al igual que Canadá y Vale de Figueira, el yacimiento de Fariseu se encuentra en la orilla izquierda del Côa, con algunas de sus rocas situadas en la parroquia de Vila Nova de Foz Côa y otras en Muxagata. En Fariseu, los visitantes no sólo ven rocas con figuras de la fase más antigua de la Côa (antes de 23.000 años), sino también otras con figuras de la fase Magdaleniense (entre 18.000 y 14.000 años) que destacan por su alto naturalismo.

Paleolítico Superior.

Fue la excavación frente a la roca 1 de Fariseu la que puso fin a la polémica en torno a la datación del arte paleolítico del Côa, ya que la roca fue enterrada por sedimentos depositados allí durante el Paleolítico Superior, como demuestra la datación absoluta. La mayor colección de arte móvil azilense (c. 12.000 años de antigüedad) de la Península Ibérica también procede de aquí, y el yacimiento contiene además el mayor motivo grabado de todo el arte paleolítico: un buey de más de 3,5 metros de longitud.