Cueva de Santimamiñe


Declaración Patrimonio Mundial UNESCO: Nº 310-310bis (año 1985, ampliado en 2008)
Tipo de Enclave: Cueva prehistórica y centro de interpretación.
Titularidad: Diputación Foral de Bizkaia
Gestión: Diputación Foral de Bizkaia
Dirección:

Basondo Auzoa, s/n, 48315 Kortezubi, Bizkaia

Coordenadas GPS:

Coordenadas: 43° 20’ 44.0’’ N 2 38’ 14.6”W
Google Maps: 43.345551, -2.637385

Teléfono:

+34 94 465 16 57 /94 465 16 60


Web: https://www.xn--santimamie-19a.com/
E-mail: santimamine@bizkaia.net
Horarios:

Del 15/04 al 14/10:

Visitas de Lunes a domingo a las siguientes horas: 10:00, 11:00, 12:00, 13:00, 15:30, 17:00 y 17:30.

Del 16/10 al 14/04:

Visitas de Martes a domingo a las siguientes horas: 10:00, 11:00, 12:00 y 13:00.

Duración de las visitas:

1 hora y media.

Acceso discapacitados:

10-20 usuarios.

Infraestructuras disponibles:

Aparcamiento
Recepción de visitantes
Servicios (WC)
Talleres y actividades
Guía didáctica


Descripción

La cueva se encuentra dentro del entorno natural de Urdaibai, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Son pinturas rupestres que datan del periodo Magdaleniense del Paleolítico Superior (13.000 a.C.). En ellas aparecen representados diferentes animales, como bisontes, caballos, ciervos, cabras y osos pardos. La cueva posee, además, numerosas formaciones de estalactitas y estalagmitas de gran belleza. En la actualidad, está cerrada al público, pero es posible contemplar la riqueza de su interior a través de los recorridos virtuales en 3D que se realizan en el Centro de Interpretación. Los visitantes también pueden acceder al yacimiento arqueológico situado en la entrada de la cueva.

 

Cronología

Magdaleniense del Paleolítico Superior (13.000 a.C.).

El apunte

El complejo acceso y los problemas de conservación de las impresionantes pinturas negras de esta cueva, obligan que su visita a la cavidad se limite a la zona vestibular, donde podemos contemplar las excavaciones arqueológicas y descubrir las formas de vida cotidiana de sus habitantes paleolíticos. El santuario rupestre, por el contrario, se “visita” de manera virtual.